una vez sali con una chica que tocaba la guitarra, aunque solo conocía el acorde de MI. MI mayor, MI menor, MI sostenido, MI bemol, MI séptimo, MI, en octavas, quintas mayores y tambien menores, MI maj7, y todas sus variantes. Siempre me pregunté porqué gustaba tanto de fotografiarse a si misma exhibiendo su mano con artritis reumatoídea y su boca torcida, o simulando quizá, el pico de un pato.
deseo fervientemente hacer estallar su cara contra el suelo y decirle que nadie podría envidiarle nada jamás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario